sábado, 29 de octubre de 2016

Decisiones sobre los integrantes del cuerpo pastoral / Thom S. Rainer

Decisiones sobre los integrantes del cuerpo pastoral


Pasar tiempo con el equipo pastoral durante una consulta siempre conduce a cuestiones profundas y clave, en especial en las conversaciones de pasillo. En este sentido, uno de los principales interrogantes que expresan los líderes de la iglesia es: ¿Dónde puedo encontrar a alguien que sirva en este ministerio? Ambas iglesias están en la búsqueda de nuevos integrantes. En las conversaciones acerca de los posibles candidatos, surgen algunas consideraciones clave.

Miembros del cuerpo pastoral en la Primera Iglesia


La Primera Iglesia busca el mejor equipo posible. Esto tiene sentido, ¿no? Esta realidad la expresan con claridad los líderes encargados de la búsqueda de nuevos integrantes. La meta es conseguir un equipo de primera Línea, con el mejor en cada rol. Se cree que esto producirá un mayor impacto en la iglesia y en la comunidad. Esta suposición aparenta ser sabia, pero tiene su defecto.
Demostró ser errónea en la Primera Iglesia. El equipo actual esta lleno de personas dotadas pero que corren en direcciones distintas. La filosofía establecida es: Consigue unos pura sangre y déjalos correr. Suena bien. Sin embargo, cuanto mas conversamos con el grupo, mas nos damos cuenta de que existen múltiples filosofías ministeriales dentro del cuerpo pastoral. Obtener los mejores no hace que todos tiren para el mismo lado. Sin un compromiso con el todo, cada uno se manifiesta agresivo y apasionado por su propio ministerio. Las personas no fueron reclutadas para unirse en un movimiento coherente y unificado.
El problema no es la falta de entrevistas previas ni el análisis de las referencias, y tampoco la falta de pasión. La Primera Iglesia realiza entrevistas e interrogatorios bastante completos y, al parecer, todo el equipo camina con Dios. El problema es que no hay un proceso principal para buscar y conseguir integrantes para el cuerpo pastoral. El reclutamiento de personal calificado con distintas filosofías ministeriales o diferentes enfoques es la base para la frustración y el desastre.
He aquí una imagen del grupo pastoral de la Primera Iglesia (los nombres se han cambiado). El pastor John es responsable del ministerio estudiantil. El pastor Bill es responsable de la educación de adultos, que incluye la escuela dominical y grupos pequeños. A ambos los apasiona la evangelización. Los dos se han concentrado en eso a lo largo de su ministerio. Se los reconoce por haber constituido ministerios evangelísticos. Eso les resulto atractivo al pastor y al equipo de búsqueda. Parecería que pueden llevarse Bien, que van a conformar un gran equipo.
No exactamente.
Ambos concuerdan desde el punto de vista teológico. Se entusiasman cuando conversan sobre evangelización y el llamado a hacer discípulos. Ambos creen que los perdidos deben escuchar el evangelio. Sin embargo, no concuerdan con el punto de vista filosófico. Enfocan la evangelización de distinta manera. El pastor Bill cree en la capacitación formal en evangelismo. Sobre esta creencia erigió su ministerio. Mientras que el pastor John cree en el servicio evangélico, y con este enfoque construyo el suyo. En los papeles, ambos coexisten. En la realidad, las dos filosofías chocan.
Los jueves por la noche, el pastor Bill ofrece capacitación formal en evangelismo. Invita a toda la iglesia. Se lo pasa promocionándola. Solicita al pastor principal que lo anuncie desde el púlpito. Incluso no comprende por que el pastor John no alienta a los estudiantes a que asistan a esa reunión. Los sábados por la mañana, el pastor John ofrece oportunidades de servicio evangelístico. Los adultos y los adolescentes sirven a la gente de manera tangible.
Quienes apoyan a Bill opinan que lo de John es superficial. Quienes apoyan a John, dicen que el enfoque de Bill es frío. Algunos padres que asisten al grupo de Bill no desean que sus hijos adolescentes concurran al grupo de John. Ambos grupos se encuentran en constante competencia no explicita. Bill y John están teológicamente alineados, pero no lo están en el sentido filosófico. Son los mejores en su campo, pero a ambos les cuesta estar en el cuerpo pastoral, en parte por culpa de la presencia del otro.
Se sonríen en el atrio y saludan uno a la familia del otro, pero existe una gran distancia. Ninguno esta equivocado, ninguno es menos piadoso. Son tan solo distintos en su esencia. Y el pastor no quiere hacer las veces de árbitro.

Miembros del cuerpo pastoral en la Iglesia de la Cruz


En la Iglesia de la Cruz también se hallan en la búsqueda de nuevos integrantes Para el cuerpo pastoral, pero sus preguntas son distintas. Lo que buscan es diferente. Como en la Primera Iglesia, desean personas que Sean intachables en su carácter y competentes en su llamado ministerial. Sin embargo, también buscan personas que acepten el proceso ministerial que tienen. Esto es importante para ellos.
Cada miembro del cuerpo pastoral es elegido según el proceso de amar a Dios, amar a otros y servir al mundo. Algunos miembros de equipo talentosos y altamente recomendados no fueron considerados por tener una actividad preferida. Y estas actividades quedan fuera del proceso ministerial de esta iglesia. De manera que no tomaban en cuenta a alguien así.
A la Iglesia de la Cruz le preocupa más tener un equipo unido que uno lleno de personalidades.
Si quieren un pastor de estudiantes, buscan uno que guíe a los estudiantes a amar a Dios, amar a los demás y servir al mundo. Si quieren un pastor de adultos, buscan uno que guíe a los adultos a amar a Dios, amar a los demás y servir al mundo. Son rigurosos en esto durante la entrevista. Son así de apasionados con el proceso y así de coherentes.
Los miembros del equipo con los que hablamos no se sienten reprimidos sino libres. Y se sienten así porque también están apasionados con el proceso. No se trata de que deben dejar algo de lado, sino que es algo de lo que ansían formar parte. Los emociona sentirse participes de una iglesia que ve el ministerio de la misma manera en que ellos lo ven. Algunos ayudaron a crear el proceso. Otros se comprometieron con el antes de ingresar al cuerpo pastoral.
Los limites son claros y se los anima a implementar y a ejecutar el proceso ministerial con creatividad y libertad. Los miembros del equipo actuales no son replicas exactas unos de otros. No se visten igual ni hablan igual. No les gusta el mismo tipo de música ni leen los mismos libros. Pero si están alineados en cuanto a como se desarrolla el ministerio en la Iglesia de la Cruz.

Fragmento de “Decisiones sobre los integrantes del cuerpo pastoral”
Capitulo dos: La iglesia simple (y no tan simple) en acción 
del libro “La Iglesia simple, como volver al proceso divino de hacer discípulos” 
Autores, Thom S. Rainer, Eric Geiger.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario